Un relleno ácido hialurónico mal hecho puede provocar bultos, asimetrías, exceso de volumen o incluso complicaciones más serias. Esto no solo afecta tu rostro, también puede generar angustia emocional. Afortunadamente, existe una solución médica eficaz y segura: la hialuronidasa, una enzima capaz de disolver el ácido hialurónico inyectado.
En este artículo te explicamos cómo funciona, cuándo se usa y qué puedes esperar del tratamiento.
Técnica inadecuada: mala colocación, exceso de producto o inyecciones en zonas erróneas pueden causar deformidades.
Producto inadecuado: usar un tipo de ácido hialurónico no apto para la zona tratada puede generar resultados artificiales o poco naturales.
Reacciones del cuerpo o urgencias médicas: como una oclusión vascular (cuando el relleno bloquea el flujo sanguíneo), que requiere intervención inmediata.
¿Qué es la hialuronidasa?
La hialuronidasa es una enzima que disuelve el ácido hialurónico rápidamente, permitiendo que el cuerpo lo reabsorba. Se utiliza tanto para corregir errores estéticos como para tratar complicaciones médicas.
Actúa en pocas horas y, si se aplica correctamente, es altamente efectiva. Eso sí, su aplicación debe realizarla siempre un profesional cualificado.
¿Cuándo se recomienda usarla?
Se usa en dos tipos de situaciones:
1. Estéticas:
Asimetrías
Bultos visibles
Exceso de volumen
Migración del producto a otras zonas
2. Médicas (urgentes):
Oclusión vascular
Necrosis
Reacción inflamatoria severa
En estos casos, el uso de hialuronidasa debe ser inmediato para evitar daños permanentes.
Conclusión
Un relleno ácido hialurónico mal hecho puede corregirse de forma segura y eficaz con hialuronidasa. La clave está en actuar con rapidez y acudir a un profesional con experiencia. Recuperar tu apariencia y tu tranquilidad sí es posible.